“Cuando los justos gobiernan, el pueblo se alegra. Pero
cuando los perversos están en el poder, el pueblo gime”. (Proverbios 29:2 NTV)
“Un gobernante sin entendimiento oprimirá a su pueblo, pero
el que odia la corrupción tendrá una larga vida”. (Proverbios 28:19 NTV)
“Cuando hay corrupción moral en una nación, su gobierno se
desmorona fácilmente. En cambio, con líderes sabios y entendidos viene la estabilidad” (Proverbios 28:2 NTV)
Ejercer una función de liderazgo
o de gobierno más que un derecho o privilegio es una tremenda responsabilidad. Según
los pasajes bíblicos de Proverbios un buen gobierno trae como resultado un pueblo
alegre, libre de toda opresión y estabilidad. Pero cuando los que ejercen
autoridad no lo hacen con claridad, justicia, responsabilidad y honestidad el
resultado es el gemir del pueblo, la opresión, la corrupción, la inseguridad y
el desequilibrio. Hoy más que nunca es de suma importancia que los que ejercer
una posición de gobierno la desarrollen con temor de Dios y sensibilidad para
con el pueblo. Porque Él es el que pone las autoridades pero también las quita;
Dios es el que da favor pero también el que juzga.
Gabriel Fischer
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