jueves, 27 de agosto de 2015

PIES SUCIOS

“Se levantó de la cena, se quitó su manto y, tomando una toalla, se la sujetó a la cintura; luego puso agua en un recipiente y comenzó a lavar los pies de los discípulos, para luego secárselos con la toalla que llevaba en la cintura” (Juan 13:4-5 RVC)


   Si hoy convocaríamos a un lavado de pies en la iglesia creo que sería muy diferente a la realidad del contexto bíblico. Cada persona seguramente vendría con sus pies limpios, con medias en condiciones (sin agujeros) y con talco para no emitir ningún olor. Pero en la época de Jesús el lavado de pies tenía que ver con una práctica que realizaba el siervo más humilde de la casa, que consistía en prestar un servicio al visitante. Los caminos polvorientos, la escasez de medios de transporte, el calzado, el sudor,  y hasta algún desecho de algún animal generaban pies con muchas suciedad y olor, que seguramente no hacían de la experiencia de lavado de pies algo placentero. Jesús a través de este ejemplo quiso mostrar la actitud de servicio que tenemos que tener como cristianos. Somos llamados a servir y no ser servidos; somos llamados a dar y no a esperar recibir. No debemos buscar el aplauso y reconocimiento, ni tampoco esperar ser llamados con grandes nombres.  Somos llamados a servir, aunque esto muchas veces implique entrega, sacrificio  y lágrimas. Somos llamados a entrar en contacto con “pies sucios”, que transitaron caminos incorrectos y que necesitan encontrarse con la compasión y gracia de Dios.

Gabriel Fischer

miércoles, 26 de agosto de 2015

¿MADUROS O MÁS DUROS?


Bien saben que, cuando su fe es puesta a prueba, produce paciencia. Pero procuren que la paciencia complete su obra, para que sean perfectos y cabales, sin que les falta nada” (Santiago 1:3-4 RVC)


Las crisis que debemos enfrentar en la vida son necesarias para poder crecer. Las mismas son oportunidades para hacer un alto, para replantearnos nuestra situación y hacer cambios, para desarrollar paciencia, para que sean pulidos aspectos de nuestro carácter que se ponen en evidencia en los momentos de presión. Dios se vale de las crisis para trabajar en nuestra vida y desarrollar el carácter de Cristo en nosotros. Pero, podemos hacer de las crisis algo productivo para nuestra vida si las enfrentamos con una buena actitud, con disposición a cambiar, no buscando culpables o amargándonos ante la prueba, sino preguntándonos ¿para qué debemos pasar por tal situación? Lamentablemente así como muchos crecen enfrentando correctamente los problemas otros tantos se enojan, amargan, se apartan de Dios y las personas, quedando estancados en el problema endureciendo sus corazones. Las pruebas no son agradables pero si necesarias, por tanto enfrentémoslas correctamente para poder crecer en  madurez y no en “más dureza”.

Gabriel Fischer

lunes, 24 de agosto de 2015

LA RELIGIÓN VERDADERA


“La religión pura y verdadera a los ojos de Dios Padre consiste en ocuparse de los huérfanos y de las viudas en sus aflicciones, y no dejar que el mundo te corrompa”. Santiago 1:27 (NTV)


El concepto que muchas personas tienen de la RELIGIÓN es:
-Formalismo: Se limita a actividades, reuniones, “Ir a la iglesia”
-Negocio: Interesan más las ganancias que las personas
-Tradición: Observando lo que han hecho los antepasados
-Prohibición: Sólo una lista de lo que no se debe hacer

La verdadera religión es bidireccional 
Porque enfatiza la relación con Dios y con las personas por medio del vínculo del amor
“Toda adoración es vacía e inservible a menos que las personas salgan de ese lugar (templo) para amar a Dios amando a sus semejantes.” (William Barclay)
 Vivir en pureza para agradar a Dios y ayudar a las personas por amor.

La verdadera religión es interna y externa. 
La Palabra de Dios enseña tanto en el A.T. como en el N.T que los ritos formales y externos son vana adoración si los mismos carecen de una buena actitud del corazón y del  cuidado de los necesitados. (Isaías 58:4-7; Mateo 23:27)

La verdadera religión implica identidad y relevancia.
 “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal”. Juan 17.15
“La razón de ser de la religión es consolar a los afligidos y afligir a los cómodos”. (Karl Paul Reinhold Niebuhr ). El creyente vive en ese mundo, pero no se deja contaminar por esos mismos valores. La iglesia deberá ser relevante para la sociedad. Fracasaremos como iglesia si nos tornamos indiferentes al sufrimiento de este mundo.

Gabriel Fischer

viernes, 21 de agosto de 2015

NEUTRALIDAD


“El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama” (Mateo 10:30 RVC)


En el terreno espiritual y especialmente en nuestra relación con Dios y sus planes no hay lugar para la “neutralidad”. No podemos tomar una postura intermedia. Estamos con Dios o en contra de Él; seguimos sus planes o los nuestros; vivimos según sus principios o adoptamos la cultura de esta sociedad. La neutralidad es una ilusión, un engaño, un invento de la religión, algo que no existe y que Dios no considera. Creo que muchas veces caemos en este engaño por falta de compromiso y esfuerzo, para evitar todo conflicto o lucha en esta sociedad. Pero en realidad actuando así nos ponemos en la vereda de enfrente y miramos a Dios de lejos. Vivimos en un tiempo en donde es muy importante que se levanten cristianos comprometidos, apasionados, con convicciones firmes, que con palabras y hechos evidencien con claridad de qué lado están.

Gabriel Fischer

miércoles, 19 de agosto de 2015

“¡LUCHEMOS POR NUESTRA FAMILIA!”




“Luego, me reuní con los hombres importantes del pueblo y con los oficiales del templo, y con el pueblo en general, y les dije: “No tengan miedo de esa gente. Recuerden que el Señor es grande y temible. Luchemos por defender a nuestros hermanos, nuestros hijos, nuestras hijas y nuestras esposas; ¡luchemos por nuestros hogares!” (Nehemías 4:14 RVC)

Nehemías frente a la presión del enemigo instó al pueblo a la lucha, a pelear por la familia para que la obra no cese.

¿Qué significa para nosotros luchar por nuestra familia?
-          Significa no conformarnos a la realidad actual y a los valores que hoy se están impulsando con respecto a la familia.
-          Significa ser intencionales, proactivos, no esperando que otro organismo cumpla con nuestro rol como padres.
-          Significa hacer docencia en los hogares mostrando el diseño de Dios para la familia.
-          Significa ser ejemplos como esposos y padres dando evidencia de que con la ayuda de Dios y el esfuerzo mutuo la familia puede ser realmente un “dulce hogar”.

-          Significa velar en oración para que Dios cubra a nuestra familia de todo engaño y de toda estrategia del enemigo que busque destruirlo.

Gabriel Fischer

martes, 18 de agosto de 2015

MODELOS DE FAMILIA





“Pero si no les parece bien servirle, escojan hoy a quién quieren servir, si a los dioses que sus padres adoraron cuando aún estaban al otro lado del río, o a los dioses que sirven los amorreos en esta tierra donde ahora ustedes viven. Por mi parte, mi casa y yo serviremos al Señor” (Josué 24:15 RVC)

Josué  desafía al pueblo a tomar una decisión. Debían optar porque dios iban a servir y adorar como familia. Dentro de las posibles opciones estaban: el Dios que los había rescatado de Egipto (al cual Josué había decidido servir como familia); los dioses que habían servido sus padres y los de las personas con la cuales hoy convivían en la tierra prometida. De la misma manera, como familia en la actualidad, debemos tomar una decisión: ¿a qué dios vamos a adorar y por ende que modelo de familia vamos a seguir? Cómo en la época de Josué también tenemos tres posibles alternativas: seguir el modelo de familia de nuestros padres observando sus aciertos pero también cayendo en los mismos errores y patrones equivocados de conducta; seguir el modelo de familia que nos presenta la sociedad actual, en donde el sentimiento predomina sobre el compromiso y la disfunción y distorsión es lo que se promueve; o tomar el desafío de seguir el modelo bíblico impulsado por un Dios vivo que dio origen a la familia. ¿Qué modelo vamos a seguir? ¿A qué Dios vamos a servir?

Gabriel Fischer

jueves, 13 de agosto de 2015

“EFECTOS COLATERALES” EN EL LIDERAZGO




“El término colateral se utiliza principalmente para hacer referencia a algo que es secundario, indirecto, que no es resultado de algo intencionado si no que surge como consecuencia indirecta”. El término ha sido utilizado mucho en circunstancias bélicas para hacer referencia de un modo un tanto oscuro a los daños o víctimas que puede causar de manera secundaria una guerra” (por ejemplo, cuando se mata a civiles inocentes).

“La palabra también es comúnmente usada en los casos en los que se habla de medicinas que dejan efectos colaterales o secundarios, es decir, efectos que pueden surgir de manera indirecta”.
¿Hay efectos colaterales en el desarrollo de un ministerio cristiano?
Cansancio, roces, errores, críticas, falta de resultados inmediatos, traición y soledad son algunos de ellos.

Moisés los tuvo que pasar, también David, el apostól Pablo y JESUCRISTO. Seguramente como líderes los tendremos que enfrentar. Pero no debemos bajar los brazos porque influenciar a personas para que conozcan a Cristo y vivan un vida abundante lo vale. ¡Seguí adelante!

Gabriel Fischer

sábado, 8 de agosto de 2015

DESTRUIR O CONSTRUIR ES LA CUESTIÓN


“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes” (Efesios 4:29)
¿Mis palabras construyen o destruyen? ¿Somos parte del equipo de construcción o demolición?
- Si criticamos a espaldas de otros ¡DESTRUIMOS!
- Si hablamos mal de otros sin tener seguridad de lo que decimos: ¡DESTRUIMOS!
- Si prestamos el oído a chusmeríos: ¡DESTRUIMOS!
- Si hablamos despectivamente, sin amabilidad: ¡DESTRUIMOS!
- Si prejuzgamos a las personas por su color de piel, nacionalidad, clase social, etc. ¡DESTRUIMOS!
PERO…
- Si hablamos con amor y verdad: ¡CONSTRUIMOS!
- SI le hacemos ver los errores a alguien para ayudarlo: ¡CONSTRUIMOS!
- Si pensamos antes de hablar: ¡CONSTRUIMOS!
- Si a solas hablamos con una persona de lo que nos molesta: ¡CONSTRUIMOS!
- Si tratamos de hablar como lo haría Jesús: ¡CONSTRUIMOS!


Gabriel Fischer

viernes, 7 de agosto de 2015

PERSONAS CONFLICTIVAS EN ÁMBITOS DIFERENTES



“Por tres cosas se alborota la tierra, Y la cuarta ella no puede sufrir: Por el siervo cuando reina; Por el necio cuando se sacia de pan; Por la mujer odiada cuando se casa;
Y por la sierva cuando hereda a su señora” (Proverbios 30:21-23)
En el pasaje bíblico el autor nos da cuatro ejemplos de personas que por no tener aspectos resueltos en sus vidas o no estar preparadas, al ocupar posiciones nuevas y desconocidas generan conflictos que hacen estremecer el entorno y empeorar sus situaciones.
Algunas conclusiones que podemos extraer de estos ejemplos:
-El cambio de lugar o posición de una persona no resuelve su mala actitud sino que por lo contrario muchas veces la maximiza y empeora.
- Es necesario para entrar en otro ámbito de liderazgo o poder primero estar saludables porque las nuevas presiones van a poner en evidencia lo no resuelto.
- Debemos anhelar el crecimiento y el desarrollo económico en nuestra vida pero este debe estar acompañado por un mejoramiento de nuestra administración de los recursos.
- Si queremos “escalar” primero debemos prepararnos, para que cuando lleguemos a la cumbre no enfrentemos posteriormente una caída en picada.
Gabriel Fischer

jueves, 6 de agosto de 2015

CAPTAR LA ATENCIÓN


“Los ojos del Señor están contemplando toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que mantienen hacia él un corazón perfecto. Pero en este caso tú has actuado como un necio. Por eso, de ahora en adelante te verás envuelto en más guerras” (2 Crónicas 16:9)


¿De quién queremos captar la atención? ¿A quién queremos agradar o conformar?

Muchas veces caemos en el error de querer conformar a ciertas personas para obtener favores o sentirnos aprobados. En ocasiones podemos caer en el error del rey Asa (2 Crónicas  16:1-8) de hacer “alianzas” que Dios no aprueba y que nos alejan de su favor. ¡Qué bueno es saber que Dios está contemplando la tierra buscando favorecer a corazones íntegros! Debemos esforzarnos por captar la atención de Dios, por recibir su aprobación y poder contar de esta manera con su asistencia y provisión. Pero para ello debemos ser conscientes de que lo que capta su atención no son nuestros títulos o posiciones, no son nuestros grandes servicios o actividades, sino nuestra actitud de agradarlo a Él con todo nuestro ser. ¿Estamos buscando captar la atención de Dios?

Gabriel Fischer

miércoles, 5 de agosto de 2015

LO SOBRENATURAL NO EXCLUYE NUESTRA RESPONSABILIDAD


“Cuando Pedro llamó a la puerta del patio, una muchacha llamada Rode salió a ver quien llamaba, y al reconocer la voz de Pedro se puso tan alegre que no abrió, sino que corrió a decir que Pedro estaba a la puerta. Ellos le dijeron que estaba loca. Pero ante su insistencia, ellos dijeron: «¡Ha de ser su ángel!» Mientras tanto, Pedro seguía llamando; así que cuando abrieron y lo vieron, se quedaron atónitos” (Hechos 12:13-16 RVC)


Pedro había sido librado de la cárcel de una manera sobrenatural: las cadenas se cayeron, la primera y segunda guardia pudieron ser atravesadas y la puerta de hierro que daba a la ciudad se abrió por sí misma. La libertad por medio de la poderosa mano de Dios era un hecho (Hechos 12:9-10) Ahora era el momento de encontrarse con los hermanos que habían estado intercediendo por él (Hechos 12:5). Pero, la puerta más fácil y simple de abrir permaneció  por un tiempo cerrada. Este pasaje me lleva a reflexionar sobre nuestra tarea como iglesia y a sacar algunas conclusiones:
-          Hay puertas que sólo Dios puede abrir pero hay otras que debemos abrir nosotros.
-          Debemos orar creyendo y con expectativa de ser sorprendidos por Dios.
-          A veces, Dios se manifiesta sobrenaturalmente haciendo milagros, cambios en las personas, pero como iglesia seguimos dentro de las cuatro paredes con nuestras prácticas perdiendo de vista o dudando de su obrar.
Que Dios nos ayude a estar atentos a las puertas que debemos abrir para que no seamos un impedimento para la obra de Dios.


 Gabriel Fischer

martes, 4 de agosto de 2015

EL SÍNDROME DEL HIJO MAYOR


Indignado, el hermano mayor se negó a entrar. Así que su padre salió a suplicarle que lo hiciera. Pero él le contestó: “¡Fíjate cuántos años te he servido sin desobedecer jamás tus órdenes, y ni un cabrito me has dado para celebrar una fiesta con mis amigos!  ¡Pero ahora llega ese hijo tuyo, que ha despilfarrado tu fortuna con prostitutas, y tú mandas matar en su honor el ternero más gordo!” Hijo mío —le dijo su padre—, tú siempre estás conmigo, y todo lo que tengo es tuyo.  Pero teníamos que hacer fiesta y alegrarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto, pero ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado.” (Lucas 15:28-32 NVI)



La actitud que tiene en la historia el hijo mayor ante el regreso y la fiesta que se celebra en honor a su hermano se asemejan a las reacciones que podemos tener como cristianos frente al regreso de un hermano que estaba extraviado o la llegaba de una persona nueva. Muchas veces “los hijos mayores”, es decir aquellos que ya están hace tiempo en la “casa” (iglesia) muestran celos, enojo y hasta bronca frente al cuidado que se le presta al nuevo. Lamentablemente hasta se lo considera como un intruso que viene a acaparar la atención o a disfrutar de beneficios de los que ya están hace tiempo en la “casa”.  En vez de celebrar que el pecador se ha arrepentido y unirse a la fiesta se actúa con indiferencia y muchas veces se busca por medio de la murmuración hasta desestimar o poner en duda las intenciones y el cambio que está teniendo el “hijo menor”. Cuidémonos de no caer en el “síndrome del hijo mayor” tomando conciencia que nuestra tarea como iglesia es rescatar al perdido. ¡Seamos parte de la fiesta porque es allí donde debemos estar y en donde está Dios!

Gabriel Fischer