jueves, 10 de noviembre de 2016

MAL USO DEL PODER

Tan pronto como Jorán ascendió al trono de su padre y se afirmó en el poder, mató a filo de espada a todos sus hermanos, y también a algunos de los jefes de Israel. 2 Cr 21:4 RVC
“Casi todos podemos soportar la adversidad, pero si quieres probar el carácter de un hombre, dale poder.” – Abraham Lincoln




El poder pone en evidencia nuestro carácter El poder manifiesta nuestras inseguridades El poder puede corrompernos El poder puede ser la ruina para alguien que no tiene resuelto su ego El poder puede llevarnos a dañar a nuestro hermano El poder puede llevarnos a la manipulación y al abuso El poder puede llevarnos a la autosuficiencia y a "eliminar" a todo consejero.
Pero la realidad es que el poder no es el problema, sino que el mismo reside en el corazón del hombre. Poder sin carácter es como un explosivo en manos de un niño. Cuando hay cosas pendientes en nuestra vida, motivaciones incorrectas, heridas, valores tergiversados, etc. Lo único que hace el poder es traer lo oculto a la superficie. Por tal motivo podemos llegar a la conclusión de que no está mal buscar poder, liderazgo, crecimiento, pero sí es de suma importancia que la búsqueda del mismo tenga como objetivo beneficiar a los demás y no satisfacer nuestro ego.

Gabriel Fischer

martes, 1 de noviembre de 2016

¿QUÉ HAY QUE CORTAR?




En una oportunidad, luego de haber finalizado su mensaje, una mujer se acerca a su pastor y le dice:
-          Me molesta su corbata. Usted me ofende con esa corbata tan larga.
El pastor le responde:
-          Señora, discúlpeme. Enseguida lo resolvemos. Entonces pidió una tijera, se la entregó a la mujer, y le dijo:
-          Corte la corbata, para que tenga un largo que no le moleste. Y la mujer la cortó. Luego, tomando la tijera, el pastor declaró:
-          Muy bien, usted cortó lo que le molestaba. Ahora le digo lo que a mí me molesta: su lengua, señora.

Muchas veces ponemos la atención en ciertas cosas y nos olvidamos del valor que tienen nuestras palabras. Que importante es que utilicemos nuestra lengua para bendecir, construir, ayudar al otro y no para maldecir y derribar.
No caigamos en el chisme, la murmuración, comentarios fuera de lugar, palabras vanas, la crítica destructiva (a espaldas del otro), a hacer de las quejas un hábito, a prestar oídos a cosas que dañan nuestra vida y terminan influyéndonos para también hacer mal uso de nuestra lengua.
Somos llamados como hijos de Dios a ser ejemplos a través de nuestras palabras, a generar un ambiente de bendición por medio de lo que decimos.

“Dios el Señor me ha dado una lengua de sabios, para saber cómo consolar a los cansados. Todas las mañanas despierta mis oídos para que escuche como los sabios” (Isaías 54:4)

Gabriel Fischer

miércoles, 14 de septiembre de 2016

¡REVITALÍCESE!





    Las muchas actividades, la rutina diaria, las presiones de la vida, etc., nos pueden llevar al agotamiento, aburrimiento, a la falta de interés y entusiasmo por las cosas, y por ende al estancamiento. Cuando entramos en esta “zona crítica de stress” es de suma importancia que hagamos un alto para “revitalizar” nuestra vida. Según el diccionario revitalizar es “otorgar mayor vitalidad o vigor a algo”, “dar fuerzas y consistencia. Dar a algo nueva vida o actividad, especialmente después de un período de deterioro o inactividad”. Revitalizar implica recibir nuevas fuerzas y recuperar el entusiasmo, el movimiento y el esplendor o crecimiento que estábamos teniendo. En Jeremías capítulos 30 y 31 encontramos promesas maravillosas de Dios para el pueblo de Israel, las cuales daban esperanza de un nuevo tiempo y satisfacción frente a la angustia de la esclavitud. Dentro de las promesas que se pronuncian encontramos la siguiente: “Yo satisfaré el hambre y la sed de la gente triste y fatigada” (Jeremías 3:25). Si hoy la “esclavitud” a un sistema, rutina, programas, etc. hace que vivamos sin ganas, faltos de propósito, como en “piloto automático” permitamos que la presencia renovadora de Dios infunda nuevas fuerzas en nuestra vida. Busquemos a Dios para obtener liberación de toda presión interna o externa y así poder vivir una vida plena y saludable. 

Gabriel Fischer

martes, 24 de mayo de 2016

¡FLECHAS EN NUESTRAS MANOS!


Los hijos son un regalo del Señor; los frutos del vientre son nuestra recompensa. Los hijos que nos nacen en nuestra juventud son como flechas en manos de un guerrero. Salmos 127:3-4 RVC



Ser padres es un tremendo privilegio pero a su vez una tremenda responsabilidad. Nuestros hijos según lo que notamos en el pasaje bíblico son un regalo y una recompensa que Dios nos da para que disfrutemos y cuidemos. Pero, a su vez, ellos son "flechas" que no permanecerán bajo nuestra tutela por siempre. Una flecha ha sido creada para ser lanzada y de la misma manera nuestros hijos un día "serán lanzados a la independencia", por ende es muy importante que nuestra tarea ayude a que ellos puedan "dar en el blanco" , es decir cumplir con el propósito que Dios tiene preparado para sus vidas, desarrollando sus potenciales. Para poder ser eficaces en esta tarea debemos guiarlos a descubrir sus talentos, habilidades, para que sean totalmente auténticos. Pero creo que también es muy importante que los ayudemos a desarrollar su carácter, a que sepan aceptar los límites, a que puedan ser saludables en sus relaciones interpersonales. Esto lo logramos no tanto impartiendo información sino con el ejemplo. Un padre que perdona enseña a perdonar, un padre que critica enseñar a criticar, un padre conflictivo genera hijos conflictivos, un padre caprichoso lo más probable es que tenga hijos caprichosos, etc. Los hijos son un reflejo de lo que somos nos guste o no. Por tal motivo la pregunta que debemos hacernos es : ¿estamos dando lo mejor para formar a nuestros hijos para que sigan el propósito de Dios y puedan ser hombres y mujeres saludables en esta sociedad? La escuela, la iglesia y demás organismos pueden ayudarnos y colaborar con esta tarea, pero la responsabilidad es nuestra y debemos hacernos cargo. Cuidemos de no ser estorbos, sino facilitadores que con mucho amor, pero también con ejemplo y guía podamos "lanzar esas flechas que hoy tenemos en nuestras manos" de la mejor manera.

Gabriel Fischer

lunes, 16 de mayo de 2016

TARJETA DE PRESENTACIÓN



Yo, Juan, hermano de ustedes y compañero en el sufrimiento, en el reino y en la perseverancia que tenemos en unión con Jesús, estaba en la isla de Patmos por causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús. Apocalipsis 1:9 NVI

Que interesante es leer la forma que utilizó Juan para presentarse. Podría haber optado por: "yo el profeta del altísimo" o el "Obispo del Señor" o "el apóstol de Jesús", pero lo hizo de una manera simple y a su vez más impactante para sus lectores. Se solidarizó, se identificó con la realidad de persecución que estaba pasando la iglesia, lo cual seguramente permitió que su mensaje tuviera más cabida. Frente a esto me preguntaba, ¿Cómo me estoy presentando ante las personas? ¿Qué dice mi "tarjeta de presentación"? ¿Mi forma de hacerlo me lleva a ser más accesible a los demás, a que puedan considerarme compañero de ellos? ¿Mi manera de acercarme a los que me rodean es sencilla, humana, o con mis títulos marco una diferencia que crea barreras y me eleva a una posición de superioridad?

 Creo que la autoridad, el respeto, la lealtad, no vienen porque la impongamos con nuestros "nombres", sino por un liderazgo de servicio que busca hacer crecer al otro, darle apoyo y respaldo. Esto implica ponernos al lado de las personas para guiarlas, para ayudarlas. También conlleva buscar que el otro crezca, se desarrolle y persevere a pesar de sus dificultades. A diferencia de un liderazgo impulsado por la imposición y el hacer valer nuestro nombre, un liderazgo de servicio seguramente nos llevará a obtener frutos más genuinos.
¿Qué dice tu tarjeta de presentación?



Gabriel Fischer

viernes, 1 de abril de 2016

¿POR QUÉ HOY NO HAY CHICAS CRISTIANAS EMBARAZADAS SOLTERAS?


Esta pregunta está rondando hace bastante tiempo en mi cabeza. Cuando era chico era muy común escuchar cada tanto acerca de una parejita de novios que por no frenar a tiempo y darle lugar a la pasión tuvieron relaciones sexuales y que fruto de esto hubo un embarazo. Estos jóvenes en muchos casos no tenían intenciones de tener relaciones porque querían guardarse vírgenes para el matrimonio, por tal motivo la idea de cuidarse no estaba en sus mentes. La pregunta es, ¿qué está pasando hoy? ¿ya no hay deseos en el noviazgo? ¿tenemos más dominio propio? ¿somos más maduros espiritualmente que podemos poner límites a tiempo? Con mi esposa nos casamos vírgenes, pero tengo que reconocer que no fue fácil y considero que hoy con todas las presiones de la sociedad tampoco debe serlo. Por tal motivo temo decir que ya no estemos teniendo en cuenta la Palabra de Dios con respecto a que las relaciones sexuales están destinadas para el matrimonio y que fuera del mismo se está cometiendo pecado. No es cuestión de legalismo, sino de santidad, de seguir la voluntad de Dios, de marcar una diferencia en esta sociedad en donde se da rienda suelta a los deseos y como consecuencia de esto muchas personas terminan dañadas. La Palabra de Dios, sus principios no cambian y obedecerla conlleva bendición para nuestra vida. Si queremos tener un matrimonio bendecido debemos iniciarlo en santidad. La buena noticia es que Dios restaura, perdona y nos da nuevas oportunidades si no hemos hecho las cosas bien, pero es necesario que nos arrepintamos, que cambiemos de actitud, que ¡Huyamos de la fornicación! (relaciones sexuales fuera del ámbito matrimonial).

“Huyan de la fornicación. Todos los demás pecados que un hombre comete están fuera del cuerpo, pero el fornicario peca contra su propio cuerpo” (1 Corintios 6:18)

Gabriel Fischer


viernes, 25 de marzo de 2016

CORTES DE LUZ
Allí no habrá noche, y los que allí vivan no necesitarán luz de lámpara ni luz del sol, porque Dios el Señor les dará su luz, y ellos reinarán por todos los siglos.
Apocalipsis 22:5 DHH
¡Qué problema se nos genera cuando hay cortes de luz! Somos tan dependientes de la tecnología que la falta de suministro eléctrico nos trae muchas complicaciones. ¡Que bueno es saber que un día cuando estemos en la eternidad esto ya no va a ser un problema!
Mientras leía este pasaje me ponía a pensar en la importancia de ser conscientes y evaluar nuestras prioridades, teniendo en cuenta que repercusión tienen las mismas en la eternidad. Que importante que las cosas pasajeras de este mundo no nos hagan perder de vista lo que es eterno, aquello que va a permanecer cuando todo se acabe. Es fundamental que hagamos de la tecnología una herramienta para poder comunicar buenas noticias (evangelio)lo cual puede traer como resultado vidas cambiadas y que el cielo se siga poblando. Pero por otro lado es crucial que podamos evitar que el mal uso da la misma no lleve al ocio, a la pérdida de tiempo, a los malos pensamientos, a las malas acciones y a descuidar lo que realmente es importante. Creo que necesitariamos que cada tanto se nos corte la luz para hacer un balance y poder evaluar nuestro legado para la eternidad; para hacer un alto y mirar nuestro corazón, porque seguramente Dios tiene muchas cosas que cambiar. Al tener en cuenta esto estaremos preparándonos para ese día cuando ya no necesitemos el suministro eléctrico y podamos gozarnos al contemplar el rostro resplandeciente del Señor.
Gabriel Fischer

TRADICIONES DE HOMBRES


“Tengan cuidado: no se dejen llevar por quienes los quieren engañar con teorías y argumentos falsos, pues ellos no se apoyan en Cristo, sino en las tradiciones de los hombres y en los poderes que dominan este mundo” (Colosenses 2:8)

La práctica de no comer carne el viernes santo no tiene asidero bíblico, es sólo una tradición religiosa que lamentablemente ha llevado a muchos a darle el valor de principio bíblico. Para algunas personas llega a ser pecado comer carne y les genera culpa el sólo hecho de pensar en ello. No nos equivoquemos, Cristo es el centro, Él desea la obediencia no los sacrificios o las prácticas humanas. No honramos a Jesús por no comer carne un viernes santo, sino cuando con nuestras palabras, actitudes y acciones reflejamos su gloria en todo momento (Además es mejor comer pescado en cualquier otra época del año porque sale más barato) No nos atemos a tradiciones de hombres, no sigamos costumbres sin tener en claro su propósito. Seamos libres y proclamemos que Jesús murió y resucitó para dar salvación a los hombres.


Gabriel Fischer

viernes, 4 de marzo de 2016

NOS GUSTE O NO NOS GUSTE

La ley de la siembra y cosecha se cumple siempre, también en las relaciones interpersonales, nos guste o no. Los resultados que obtenemos en nuestra vida están directamente relacionados con nuestras acciones. Creo que muchas veces caemos en el error de enfatizar o anhelar una buena cosecha para nuestra vida y obviamos que la misma va a ser el resultado de nuestra siembra. ¿Queremos algo mejor para nuestra vida? miremos nuestra siembra, no caigamos en el error de culpar a los demás o de esperar algo de ellos cuando nosotros no hemos obrado en consecuencia. Es muy fácil caer en un papel de víctima, pero lo único que hacemos con esto es engañarnos a nosotros mismos. Para lograr un cambio primero debemos preguntarnos:
• Si hoy no me llaman para alentarme, debo preguntarme cuantas veces he llamado a personas para alentarlas.
• Si hoy no me visitan, debo preguntarme cuantas veces he visitado a otros.
• Si hoy no me ayudan, debo preguntarme cuantas veces he ayudado a otros.
• Si hoy no me ponen buena cara, debo preguntarme como han sido mis actitudes para con los demás.
• Si hoy me encuentro solo, debo preguntarme que he hecho para generar amistades.
• Si hoy mi relación con Dios se ha enfriado, debo preguntarme cuanto tiempo he pasado con Dios los últimos años.
Si hoy vemos falencias en nuestras relaciones interpersonales tenemos la posibilidad de revertir esta situación SEMBRANDO algo diferente. Si hoy nos disponemos a dar lo mejor de nosotros seguramente la próxima cosecha traerá mejores resultados.


“ No se engañen ustedes: nadie puede burlarse de Dios. Lo que se siembra, se cosecha. El que siembra en los malos deseos, de sus malos deseos recogerá una cosecha de muerte. El que siembra en el Espíritu, del Espíritu recogerá una cosecha de vida eterna. Así que no debemos cansarnos de hacer el bien; porque si no nos desanimamos, a su debido tiempo cosecharemos. Por eso, siempre que podamos, hagamos bien a todos, y especialmente a nuestros hermanos en la fe. (Gálatas 6:7-10)


Gabriel Fischer

miércoles, 17 de febrero de 2016

SÉ UN VERDADERO REBELDE


"La rebeldía es un tipo de comportamiento humano, caracterizado por la resistencia o el desafío a la autoridad, la desobediencia de una orden o el incumplimiento de una obligación"(https://es.m.wikipedia.org/wiki/Rebeldía)
Sé un rebelde frente al sistema, un revolucionario frente a lo común, lo habitual, lo esperado. Realizá acciones que superen el promedio, que sorprendan, inspiren:

1.Tratá a los demás como quisieras que te traten. 
2.Hacé un poco más de lo establecido.
3. Dejá a alguien mejor de lo que lo encontraste.
4. Compartí con otros lo que aprendiste.
5. Pagá bien por mal.
6. No esperes una retribución a cambio de tus buenas acciones.
7. Tomá la iniciativa para resolver un conflicto.
8. Serví, no esperes ser servido.
9. Dejá por un momento a un lado tus intereses, comodidades, proyectos, para ayudar a otros a cumplir sus sueños.
10. Priorizá la relacion por encima de la razón.



Gabriel Fischer

martes, 16 de febrero de 2016

FLOR CADÁVER


Existe una planta herbácea que se llama aro gigante o bunga bangkai, la misma produce una inflorescencia en espádice llamada a veces "la flor más grande del mundo".Esta especie es originaria de las selvas tropicales de Sumatra (Indonesia), y además de su extraordinario tamaño, posee otra característica que la hace única: desprende un fétido olor a carne podrida, lo que impide estar cerca de ella por mucho tiempo. Por esta razón se la ha denominado "flor cadáver". La función de este desagradable aroma es la de atraer insectos polinizadores para que se encarguen del intercambio de polen necesario para su reproducción; atrae moscas que buscan cadáveres en los que depositar sus huevos, de los que saldrán luego larvas saprófagas. (https://es.m.wikipedia.org/wiki/Amorphophallus_titanum)
El pensar en esta flor tan especial me hizo reflexionar sobre nuestro impacto en la sociedad. Lamentablemente cuantas personas se han acercado a nosotros para sentir el aroma de la dulzura, de la paz, del amor, etc. Y fueron impactadas por el "mal olor" de la indiferencia, de las palabras hirientes, del rechazo, etc. Muchas veces nuestras tareas llaman la atención, son como la flor que se pueden notar de lejos por su tamaño, pero cuando la gente se aproxima emitimos "mal olor" con nuestras actitudes altaneras, egoístas que lo echan a perder todo. Cuando actuamos así no sólo generamos el rechazo de la gente sino que atraemos "moscas" (le damos lugar al diablo). Busquemos a Jesús para poder llenarnos de su fragancia, para que con todo nuestro ser demos a conocer la esencia del amor, perdón, reconciliación, aceptación, amabilidad y muchas cosas más.
"Pero gracias a Dios, que en Cristo Jesús siempre nos hace salir triunfantes, y que por medio de nosotros manifiesta en todas partes el aroma de su conocimiento. Ciertamente, para Dios somos el fragante aroma de Cristo, tanto en los que se salvan como en los que se pierden" (2Co.2:14-15 RVC).


Gabriel Fischer.

sábado, 13 de febrero de 2016

¡A DIVERTIRSE!


   Ser cristiano no es ser aburrido ni tampoco dejar de lado todo lo que tiene que ver con el disfrute o la diversión. Es muy importante que nos alegremos, que nos riamos, que realicemos actividades que nos den descanso y nos traigan renuevo al alma en medio de tantas presiones y ocupaciones. No me lo imagino a Jesús como alguien aburrido o triste sino por lo contrario como alguien que valoraba la alegría (hizo el primer milagro en un casamiento), pero no me lo imagino a Jesús celebrando y bailando al ritmo de canciones que celebran la promiscuidad sexual, el uso indebido del alcohol, la traición o la infidelidad como una gran hazaña. No me lo imagino a Jesús haciendo un perreo o teniendo movimientos sensuales. No me lo imagino a Jesús riéndose frente a un televisor viendo un programa o una película en donde el adulterio, la degradación de la mujer a un simple objeto sexual sean el argumento. No me lo imagino a Jesús haciendo chistes de doble sentido ni tampoco burlándose de los defectos de los demás. Creo que debemos tomar conciencia de que nuestra tarea es ser luz, reflejar a Jesús aún cuando nos estamos divirtiendo. Seguramente esto implica que seamos más creativos y no sólo que copiemos lo que todos hacen. Seguramente esto hará que muchos se burlen de nosotros, que nos traten de puritanos y santulones. Pero muchos de ellos que utilizan todo lo que les viene a la mente o lo que sus deseos les impulsan para divertirse son los mismos que en la intimidad sufren porque se sienten vacíos, sin paz, porque no tienen a Dios. Debemos ser luz para mostrarles a ellos que el motivo de nuestra alegría es Jesús, que teniéndolo a él no necesitamos de muchas cosas externas para alegrarnos sino sólo valorar y disfrutar lo que tenemos. Hagamos a Jesús parte de nuestra diversión, de nuestros juegos, de nuestras charlas, de nuestras actividades; lo cual no implica que seamos religiosos nombrándolo constantemente o hablando sólo de la iglesia sino haciéndolo parte por medio de una diversión sana que pueda convertirse en un acto de adoración que lo honre. 


Gabriel Fischer

viernes, 12 de febrero de 2016

INCOMODIDAD


 ¿Te sentís muchas veces incómodo en las reuniones de tú iglesia? Te animo a que por un momento pienses en las razones de esa incomodidad. ¿Tienen que ver con alguna actitud de un hermano? ¿El estilo de alabanza? ¿La predica del pastor? ¿La infraestructura del lugar? ¿El comportamiento de las personas nuevas, su estilo, su vestimenta, su aspecto?

 Vivimos en un tiempo en donde el espíritu posmoderno nos impulsa a buscar la comodidad, el placer, los intereses personales, "sentirse bien" y por ende muchas veces reaccionamos o nos enojamos cuando algo toca nuestro pequeño mundo de comodidad. Hoy reflexionaba sobre Filipenses 2:1-11 en donde vemos la actitud de Jesucristo (que debe ser nuestro modelo a seguir) y noté que la palabra "comodidad" no tendría lugar en ese texto. El mismo nos habla de buscar el bien del otro, de despojarnos, de humillarnos, de pagar un costo, de ser siervos. ¿Será que no impactamos lo suficientemente al mundo porque estamos más pendientes de nuestra comodidad que de sacrificarnos en bien del otro? ¿Será que sin darnos cuenta la búsqueda de nuestra comodidad nos está aislando de las necesidades de los demás?


¿De qué tendríamos que "despojarnos" como lo hizo Jesús para poder estar más cerca de la gente y poder ser instrumentos de bendición? ¿Será de nuestros títulos, chapas, privilegios, triunfos, status, placeres religiosos, etc.? Creo que necesitamos empezar a estar un poco más incómodos para poder acercarnos más al propósito que realmente debemos cumplir como cristianos. 


(Si leer esto te incomodó, como lo hizo a mí escribirlo, cumplió su objetivo) 

Gabriel Fischer.

martes, 9 de febrero de 2016

LOS DESOCUPADOS EN LA IGLESIA


Definición: “Dícese de aquellos cristianos que concurren domingo tras domingo a las reuniones, cantan, escuchan la Palabra, ofrendan y luego se retiran. Son simples espectadores, no se involucran en la obra”

Tipos de desocupados:

1.- LOS CONFORMISTAS: son aquellos que se conforman con el estado en el cual se encuentran. Sus frases típicas son: “Estoy bien así”, “ya hice bastante”, “no hay que ser fanáticos”. Se conforman con recibir, pero no dan; se conforman con estar siempre en el mismo nivel espiritual. En el Reino de Dios no hay lugar para el conformismo, debe haber un crecimiento constante.

2.- LOS QUE SE EXCUSAN: son aquellos que siempre tienen excusas para no involucrarse en la obra. Sus frases típicas son: “no tengo tiempo”, “no tengo capacidad”, “cuando solucione algunos problemas voy a empezar a servir”, etc.
Dios capacitó a la iglesia, todos los cristianos tienen dones y una función que cumplir dentro del cuerpo.

3.- LOS CRÍTICOS: son aquellos que no hacen nada, pero algo hacen, ¿cómo se entiende esto? Se trata de aquellos que no trabajan en la obra de Dios, pero critican a los que lo hacen. Están siempre viendo los errores en los demás, pero no analizan sus propias vidas. La iglesia de hoy necesita más motivadores, servidores; más personas que se arremanguen y menos críticos y opinólogos.     

4.- LOS HERIDOS: Son aquellos que en su tiempo sirvieron en la obra, pero que debido a problemas que tuvieron con líderes o diferentes hermanos dejaron de trabajar. Ahora son aquellos que se sientan aparte, que no quieren involucrarse por miedo a ser heridos nuevamente y que desarrollan un espíritu de víctima que los hace cada vez más hipersensibles a las críticas. Dios quiere sanar a los heridos para que puedan nuevamente servir porque son necesarios. Pero para que esto sea posible el cristiano herido debe tomar la decisión de perdonar tomando conciencia que la posición en la que se encuentra no es la correcta.

¿Te sientes identificado con alguno de estos tipos de cristianos? Te animo a que dejes la desocupación que no beneficia tu vida ni la obra, que puedas utilizar lo que Dios te ha dado explotando al máximo tu potencial y experimentando nuevamente el gozo que da servir a Cristo.


Gabriel Fischer

martes, 12 de enero de 2016

JOVEN ¡NO PIERDAS UN OJO!


Un día, Najás el amonita se dirigió a Jabés de Galaad y la sitió, pero los habitantes de Jabés le propusieron a Najás que, si se aliaba con ellos, se comprometían a servirle. Najás les respondió:
«Haré alianza con ustedes, con la condición de que cada uno de ustedes se deje sacar el ojo derecho. Así el pueblo de Israel quedará en vergüenza.» 1 Samuel 11:1-2 RVC
A veces frente a las situaciones que nos generan impotencia o las presiones podemos ser tentados a “hacer alianzas” con el enemigo. Cuántos jóvenes por tener el deseo de sentirse parte de un grupo han cedido a realizar y probar cosas para poder ser valorados, como el cigarrillo, el alcohol y las drogas. Cuántas jovencitas han cedido a la presión de muchachos que argumentando “una prueba de amor” las presionaron a tener relaciones sexuales. Cuántos frente a la pantalla de una Pc o un televisor pusieron su mirada en donde no debían. Cuántos por no saber decir que no fueron parte de actividades que no sólo trajeron consecuencias a sus cuerpos, sino que produjeron vergüenza y mal testimonio del pueblo de Dios. Es más fácil hacer alianzas con el enemigo que enfrentarlo y mantenernos firmes bajo presión. Pero es lamentable que sabiendo que podemos “perder un ojo”, es decir ser dañados y recibir marcas que no se borran, sigamos cediendo a las tentaciones.
Gracias a Dios, si continuamos leyendo la historia bíblica, podemos ver que el rey Saúl al enterarse de la noticia salió al encuentro y trajo victoria al pueblo. “No perdieron el ojo” porque hubo un hombre que no se resignó ante la realidad y luchó poniendo bien en alto al Señor.
Joven, sé que son fuertes las presiones, las luchas y las tentaciones que debés enfrentar, pero te animo, que como Saúl no te dejes “sacar un ojo”, no negocies con el enemigo, no pierdas la visión que Dios te ha dado y el propósito que Él tiene para tu vida por una noche de pasión o el deseo de ser parte de algo. Como dice el apóstol Pablo: “Huye de las pasiones juveniles”. Pero sí te desafío a poner todas tus ganas y entusiasmo en servir al Señor porque Él tiene grandes cosas preparadas para tu vida.
Gabriel Fischer