viernes, 27 de noviembre de 2015

¡Dejemos el pecho!


“Al cabo de tanto tiempo, ustedes ya deberían ser maestros; en cambio, necesitan que se les expliquen de nuevo las cosas más sencillas de las enseñanzas de Dios. Han vuelto a ser tan débiles que, en vez de comida sólida, tienen que tomar leche. Y los que se alimentan de leche son como niños de pecho, incapaces de juzgar rectamente. La comida sólida es para los adultos, para los que ya saben juzgar, porque están acostumbrados a distinguir entre lo bueno y lo malo”. (Hebreos 5:12-14.DHH)


 Es fundamental para seguir desarrollándonos como cristianos que seamos "destetados", es decir que empecemos a comer comida sólida, a reflexionar, a evaluar y hacernos responsables de nuestras decisiones. Muchas veces necesitamos ser instruidos nuevamente en las mismas cosas porque no hemos tomado decisiones en cuanto a la Palabra dada o hemos caído en el error de depender de la vida espiritual de otros (oraciones, consejos, etc.). Somos inexpertos y débiles para enfrentar nuevos desafíos. Ni los años, ni las experiencias traen madurez a nuestra vida, sino la ejercitación de los sentidos, la actitud correcta para lidiar ante los sucesos y la capacidad para diferenciar entre lo bueno y lo malo, pero también entre lo bueno y lo mejor. Tomar el pecho es agradable porque no implica esfuerzo de nuestra parte (sólo succionar) pero es sólo una etapa de la vida que debe ser superada para poder alimentarnos de lo sólido. Esto será lo que nos permitirá tener un desarrollo constante y la posibilidad de ser de influencia a otros.


Gabriel Fischer

lunes, 9 de noviembre de 2015

¿Qué hay de nuevo viejo?





“Pero el Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos apostatarán de la fe y escucharán a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios, y que por la hipocresía de los mentirosos que tienen cauterizada la conciencia, prohibirán casarse y mandarán abstenerse de los alimentos que Dios creó, para que los creyentes y los que han conocido la verdad participaran de ellos con acción de gracias. Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es desechable, si se toma con acción de gracias, pues por la palabra de Dios y por la oración es santificado” 1 Timoteo 4:1-4

¿Conoce la frase que titula este escrito? Sí, es del dibujo animado y vino a mi mente a raíz del contexto que estamos atravesando como iglesia de Jesucristo. Vivimos en un tiempo en donde muchas veces nos dejamos arrastrar por lo novedoso, lo llamativo, lo misterioso, pero que muchas veces carece de un fundamento sólido. Creo que a veces estamos tan pendientes de la novedad que perdemos de vista las verdades sencillas del Evangelio. ¡Por favor dejemos de complicarnos la vida o complicar la vida de los demás!, de entretenernos con nuevas filosofías, tradiciones o conceptos culturales que en vez de ayudarnos a crecer en nuestra relación con Dios nos cargan con más legalismo, religión, etc. No caigamos en el engaño, no perdamos de vista que el centro de nuestra vida debe ser Jesucristo. Aflojemos con los títulos, las costumbres que no son cristianas, no volvamos para atrás cuando tenemos un Dios que siempre nos lleva al crecimiento, al avance. Cristo es suficiente, tenemos al Espíritu Santo, no tratemos de ayudarle a Dios porque la estamos estropeando. Hay una sociedad que necesita a Jesús no una religión, esforcémonos por vivir y transmitir el mensaje del Evangelio de la manera más sencilla (sin agregarles aditivos que no ayudan) y seguramente podremos ser agentes de cambios.
Gabriel Fischer