miércoles, 27 de agosto de 2014

…ENTRE USTEDES NO SERÁ ASÍ…

…ENTRE USTEDES NO SERÁ ASÍ…   (Mateo 20:20-28)
“El orgullo es una actitud pecaminosa de superioridad”. Es la raíz de casi todos los demás pecados.  El orgullo nos lleva a compararnos con los demás y a creernos que somos mejores.
“Hay quienes tienen el ego tan grande que necesitan ser la novia en la boda o el cadáver en el funeral” (John Maxwell)
 Erramos al hacer una estimación inapropiada de nuestros logros y pensar que somos autosuficientes. “Los cementerios están llenos de personas que creían que sin ellas el mundo no podría andar” (autor desconocido) .
 Erramos cuando centramos toda nuestra atención en nuestros propios intereses y no tenemos en cuenta las necesidades de los demás.
"Cuando igualamos la felicidad a la autocomplacencia, desarrollamos un egocentrismo crónico"(Kevin y Jacki Freiberg).
"Cuando la autocomplacencia llega a ser la norma, nuestros egos se convierten en el centro del universo, y alimentarnos se vuelve la prioridad"(Kevin y Jacki Freiberg).
El orgullo nos lleva a alejarnos de Dios (Santiago 4:6),  de las demás personas y a terminar en la ruina (Proverbios 11:2; 16:18, 29:23) Jesús tuvo que lidiar con esta mala actitud de sus discípulos y proclamar una gran verdad: “entre ustedes no debe ser así”.  Se puede esperar esto por parte de aquellos que están ajenos a los principios de Dios y que no tienen una relación con Él, pero alguien que sigue a Cristo no puede darle lugar al orgullo. Si queremos ser humildes y librarnos de toda soberbia es muy importante que nos examinemos delante de Dios cada día para poder saber en qué estamos fallando.

“El orgullo es como una barba: nunca para de crecer, la única solución es afeitarlo cada día”. 

Gabriel Fischer