miércoles, 29 de abril de 2015

AGENDA


Me volví y vi, debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos. (Eclesiastés 9:11)

 “el tiempo no me alcanza para nada”, “la semana se me pasó volando y no pude hacer lo que tenía planeado” "Me pasé todo el día ocupado, pero siento que no hice nada de lo importante que tenía previsto”. Estas frases muchas veces las utilizamos para justificar como utilizamos el tiempo otorgándole a él la responsabilidad de nuestras acciones.

“El secreto de su éxito está determinado por su agenda diaria” (John Maxwell)


Creo que el secreto, como menciona la frase, está en nuestra agenda diaria. Hay personas que no aprovechan bien su tiempo porque no son organizadas y pierden horas en trivialidades, descuidando lo que realmente es importante. Otras personas tienen una agenda diaria pero no son disciplinadas y por ende no son contantes en observarla y respetarla. Pero las que tienen en claro sus objetivos, se fijan metas y trabajan cada día con entusiasmo y compromiso son aquellas que alcanzan mayor crecimiento. ¿Con qué grupo de personas nos sentimos más identificados?
Pidámosle a Dios sabiduría para aprovechar mejor nuestro tiempo y pongamos todo nuestro esfuerzo para lograrlo.


Gabriel Fischer

sábado, 25 de abril de 2015

“REFORZARNOS” (3° Parte)


“Ensancha el espacio de tu carpa, y despliega las cortinas de tu morada. ¡No te limites!
Alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas. Porque a derecha y a izquierda te extenderás…”
(Isaías 54:2-3)


  Al construir una tienda era muy importante examinar y evaluar el estado de las estacas, las cuales debían ser fuertes y clavadas en forma profunda para que la tienda, frente a las inclemencias del tiempo, no se caiga.
Como hijos de Dios, si queremos permanecer firmes ante las presiones de este mundo, las tentaciones y los ataques del maligno debemos:

“Velar y orar”  (Mateo 26:41). No dejarnos estar espiritualmente, buscar cada día más del Señor para que cuando enfrentemos situaciones adversas estemos preparados para resistir.

“Fortalecernos en Dios”. No valernos sólo de nuestras propias fuerzas, sino de la fortaleza que viene del Señor.


“Tener un buen fundamento espiritual”. No apoyar nuestra vida espiritual en las emociones, en nuestros propios razonamientos o en mentiras del diablo, sino poner como fundamento de nuestra vida a Jesús y la verdad de Dios que es su Palabra.

Gabriel Fischer

viernes, 24 de abril de 2015

¡NO DEBEMOS LIMITARNOS! (2°Parte)





“Ensancha el espacio de tu carpa, y despliega las cortinas de tu morada. ¡No te limites!  Alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas. Porque a derecha y a izquierda te extenderás…” (Isaías 54:2-3)

- No debemos limitar nuestros esfuerzos y conformarnos con lo que ya recibimos de Dios, sino buscar crecer, aspirar a más.

- No tenemos que limitar la “FE” (Mateo 17:20). Debemos pensar en grande, creer en lo imposible, no dudar que Dios puede hacer más de lo que pensamos e imaginamos.
“No hay emoción alguna en una navegación fácil cuando los cielos son claros y azules; no hay gozo en simplemente hacer las cosas que cualquier persona puede hacer. Pero hay una satisfacción que es muy dulce probar, cuando usted llega a un lugar que creyó que nunca podría alcanzar” (Spirella)

- No debemos limitar nuestra “búsqueda  de Dios” (Mateo 6:33). Cada día tenemos que anhelar más de Él (Dios debe ser nuestra prioridad cada mañana)

Gabriel Fischer

lunes, 20 de abril de 2015

“ENSANCHARNOS” (1°parte)


“Ensancha el espacio de tu carpa, y despliega las cortinas de tu morada. ¡No te limites! Alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas. Porque a derecha y a izquierda te extenderás…” (Isaías 54:2-3)




La Palabra de Dios se vale de la ilustración de los pueblos nómades que vivían en tiendas y que a causa del crecimiento de sus familias debían ensanchar sus tiendas. Como hijos de Dios debemos ensancharnos para recibir más de Él. Esto implica prepararnos y hacer cambios en nuestra vida.

-Debemos tener más “visión”, ver más allá, con los ojos de la fe (He.11:1). Soñar en grande, no mirar nuestro futuro como algo que va a ser trágico, sino con esperanza y fe en el Señor. 

-Debemos tener una “mente abierta”, romper con toda barrera mental, con todo prejuicio que impide que recibamos más de Dios. Ser abiertos a observar todo y retener lo bueno.

-Debemos ampliar la “capacidad de recepción”. Dios tiene mucho para darnos, el problema está en que muchas veces nosotros no estamos preparados para recibir más de Él. Tenemos que pedirle a Dios que nos sane y nos limpie de todo pecado para que podamos recibir y retener sus bendiciones.


Gabriel Fischer

viernes, 17 de abril de 2015

COLEÓPTEROS


Leí una historia en estos días que me hizo reflexionar. La misma mencionaba que en EE.UU., en Colorado  se encuentran los árboles más antiguos del mundo (árboles gigantescos algunos con más de quinientos años) y que  un día uno de ellos se cayó y lo sorprendente fue que ninguna tormenta lo había derribado. Entonces un grupo de expertos vinieron a estudiar los motivos por los cuales se había caído.  Desde el tallo  ellos pudieron estudiar la historia de vida de ese árbol. Descubrieron para su sorpresa que el mismo había recibido catorce rayos que lo golpearon, pero no pudieron derribarlo. Estaban las señales del fuego que había recibido, también se notaban que muchos inviernos lo habían afectado con las bajas temperaturas, también había soportado fuertes sequías. Pero ninguna de estas cosas lograron  derribarlo. Los expertos descubrieron, en su análisis de la vida del árbol, que sorprendentemente pequeños insectos que se llaman COLEÓPTEROS, habían comido la raíz del mismo. Estos insectos muy pequeños en relación al tamaño del árbol, con sus tenazas filosas, habían ido destruyendo la raíz del mismo logrando así derribarlo.

Tengamos cuidado de no ser permisivos dando lugar a “pequeños errores”, como:  “mentiras piadosas”, malos deseos, celos, ambiciones, miradas y palabras incorrectas, actos de corrupción o deshonestidad, etc. Que parecen insignificantes en primera instancia pero que a la larga producen daño, siendo en la mayoría de los casos el principio de problemas mayores. No le demos lugar a los “Coleópteros espirituales” sino examinémonos constantemente y “fumiguemos” nuestra vida por medio de las disciplinas espirituales.

“Examina la senda de tus pies, Y todos tus caminos sean rectos” (Proverbios 4:26)

Gabriel Fischer

jueves, 16 de abril de 2015

DESPERTADORES


¿Cómo se despierta por la mañana? ¿Alegre o malhumorado? ¿Qué tipo de despertador utiliza? ¿Una suave melodía o un ruido o sonido estridente?


De la misma manera los éxitos de los demás despiertan aspectos de nuestra vida:
“He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu” Eclesiastés 4:4)

¿Qué genera en nosotros el éxito de los demás? ¿Qué actitud de nuestro corazón se pone en evidencia? El Texto bíblico nos afirma que lamentablemente muchas veces el progreso del hombre despierta en aquellos que lo rodean envidia. “La envidia es aquel sentimiento o estado mental en el cual existe dolor o desdicha por no poseer uno mismo lo que tiene el otro, sea en bienes, cualidades superiores u otra clase de cosas” http://es.wikipedia.org/wiki/Envidia.

Es muy importante que cuidemos nuestro corazón, que valoremos lo que tenemos y que celebremos y aprendamos de los éxitos de los demás. No permitamos que nuestra mente se contamine con pensamientos negativos en contra de otras personas, no alimentemos malos deseos, no tengamos una mirada crítica frente a los logros de los demás, no compitamos con otros sino busquemos complementarnos.  De esta manera lo que se despertará en nuestra vida no será la envidia sino actitudes que reflejen amor, gozo, humildad y generosidad.

Gabriel Fischer

miércoles, 15 de abril de 2015

UN DESAYUNO MUY ESPECIAL


“¡Ahora acérquense y desayunen!», dijo Jesús. Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle: «¿Quién eres?». Todos sabían que era el Señor” (Juan 21:12 NTV)



Hoy casi es una costumbre agasajar en ocasiones especiales a personas con desayunos preparados.  Los mismos contienen una variedad de productos y vienen acompañados por una muy buena presentación y envoltorio. En el texto bíblico también podemos notar la preparación de un desayuno que llegó a ser muy especial no por los alimentos en cuestión sino por la persona que lo preparó y lo que significó para los individuos en cuestión. El Cristo resucitado una vez más mostró su amor por los discípulos, su providencia milagrosa, la posibilidad de segundas oportunidades. De la misma manera Jesucristo quiere desayunar cada mañana con nosotros, quiere ser la primicia de nuestra vida. Él está dispuesto a darnos fuerzas para la nueva jornada, esperanzas para seguir luchando, un día más en donde tomados de su mano podemos tener una nueva oportunidad de volver a empezar o de seguir cumpliendo con el propósito que tiene para con nuestra vida. ¿Ya desayunaste hoy?


Gabriel Fischer

martes, 14 de abril de 2015

NO OLVIDEMOS DE DÓNDE SALIMOS


“Encontrarás las casas muy bien abastecidas con bienes que tú no produjiste. Sacarás agua de cisternas que no cavaste y comerás de viñedos y olivares que no plantaste. Cuando hayas comido en esa tierra hasta saciarte,  ten cuidado de no olvidarte del Señor, quien te rescató de la esclavitud de Egipto” (Deuteronomio 6:11-12)



Somos el resultado de un proceso. Ocupamos una posición o alcanzamos un objetivo no sólo por nuestro esfuerzo sino por la contribución que otros (principalmente Dios) hicieron en nosotros. Olvidarnos de esto resulta muy peligroso para nuestra vida. Por ende valorar y ser agradecidos por lo que Dios ha hecho por nosotros valiéndose de diferentes medios y personas es fundamental para cultivar una buena actitud y mantenernos saludables. Nunca nos debemos olvidar de dónde salimos, quién nos sacó y cómo logramos lo que tenemos.

Gabriel Fischer

jueves, 9 de abril de 2015

“¡UNA IGLESIA DE INFLUENCIA!” (última parte)


5.-  ES REVOLUCIONARIA

  “…Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá” (Hechos 17:6)
Esta  declaración sobre los cristianos de la iglesia primitiva me lleva a la reflexión en cuanto a nuestro papel en esta sociedad.
 “Trastornar”: alterar, cambiar, conmover, impresionar, inquietar, sacudir, resolver, invertir, desordenar,  desbaratar, revolucionar. 
La presencia de los cristianos provocaba una alteración en el curso normal de las personas, causaba conmoción,  sacudía las esferas de la sociedad, inquietaba a los individuos en cuanto a su realidad, desbarataba los argumentos religiosos de la época,  producía una revolución,  generaba transformación, el poder de Dios tocaba a las personas.
Una iglesia que afecta la sociedad:

-          Inspira  por medio del ejemplo con  palabras y hechos.
-           Cumple su labor evangelística y profética, comunicando “buenas noticias” pero también marcando y condenando el pecado.
-          Evidencia la obra del Espíritu Santo no sólo por medio del ejercicio de los dones espirituales sino también manifestando el fruto por medio de vidas transformadas a la semejanza de Cristo.


¿Cómo está “trastornando” nuestra presencia el lugar en donde nos encontramos? ¿Cómo estamos afectando nuestro lugar de estudio, de trabajo, nuestra familia?  ¿Qué estamos generando en las personas que nos rodean? 

Gabriel Fischer

martes, 7 de abril de 2015

“¡UNA IGLESIA DE INFLUENCIA!” (Quinta parte)


4.- ES SALUDABLE
“Alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos” (Hechos 2:47 NVI)

Para que una iglesia pueda ser una buena influencia en esta sociedad debe estar sana, saludable. Cuando esto es una realidad las personas que no conocen a Dios se sienten motivadas a ser parte de la misma.
La  iglesia debe esforzarse por tener:

a) Motivaciones saludables. Inspirar a las personas no  manipularlas, buscar el bien del individuo por encima del bienestar personal.  

b) Relaciones saludables. Es importante sanar y dejar atrás el pasado, aprender a perdonar y desarrollar relaciones que tengan como base las buenas intenciones, el amor  y el cuidado del hermano. Debemos ser  "uno" para que el mundo crea. (Juan 17)

b) Testimonio saludable. Los miembros de la iglesia deben ser íntegros, transparentes, reflejando a Cristo en todo lugar. En una sociedad en donde abunda la corrupción (descomposición, pudrición, desintegración, alteración, extravío, abuso) debemos ser ejemplos de: pureza, honestidad, verdad.


c) Crecimiento saludable. Una iglesia saludable crece naturalmente porque la coherencia y equilibrio entre el desarrollo de los dones (funciones) y la evidencia del fruto (carácter) la lleva a generar un impacto genuino en esta sociedad.

Gabriel Fischer

lunes, 6 de abril de 2015

“¡UNA IGLESIA DE INFLUENCIA!” (Cuarta parte)


Seguimos con algunas características de una iglesia que realmente impacta en la sociedad:

3.- ES PROACTIVA

“Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura” (Marcos 16:15)
"Pro y activo", procedentes de: «pro», preposición griega: pro-, que significa ‘a favor de’, y «actividad», que significa ‘eficiencia de obrar’, ‘diligencia, eficacia’ http://es.wikipedia.org/wiki/Proactividad


Una iglesia proactiva toma la iniciativa, realiza acciones creativas y audaces para llevar a cabo su misión. Asume su responsabilidad de compartir las buenas nuevas del Evangelio.
No se ve afectada por las circunstancias, ni busca las condiciones ideales para actuar.
Se moviliza a pesar de… Desarrolla su ministerio más allá de las cuatro paredes de un templo.  Pone su atención en su misión y no pierde el tiempo en trivialidades.
Ser proactivos no tiene nada que ver con el activismo o la hiperactividad. (Hacer mucho no significa ser eficientes), sino con desarrollar actividades con propósitos específicos que le agreguen valor a la misión y nos encaminen al desarrollo total de la misma.

Gabriel Fischer​

jueves, 2 de abril de 2015

“¡UNA IGLESIA DE INFLUENCIA!” (Tercera parte)


Seguimos con algunas características de una iglesia que realmente impacta en la sociedad:

2.- ES RECONOCIDA
“…Ni se enciende una lámpara para cubrirla con un cajón. Por lo contrario, se pone en la repisa para que alumbre a todos los que están en la casa” (Mateo 5:15)


¿Cómo evaluamos nuestro grado de influencia?  ¿Somos reconocidos como iglesia en nuestro contexto? ¿Cuál es el tipo de reconocimiento que tenemos? ¿Positivo o negativo?

¿Qué piensan las personas que viven alrededor de nuestro templo u auditorio? ¿Qué opinión tienen las autoridades de nuestra localidad? ¿Somos conocidos en ámbitos como: política, educación, salud, etc.?

Debemos evaluar el  grado de influencia en base a los resultados, al impacto que genera en la sociedad. La iglesia No puede pasar desapercibida, debe ser protagonista y no espectadora en la comunidad. Tiene que ocupar lugares de decisión.
De la misma manera que la sal dentro del salero no puede cumplir ninguna función, ni una lámpara puede alumbrar si está tapada; la Iglesia no puede ser una buena influencia para la sociedad si vive su cristianismo dentro de las cuatro paredes de un templo.

Es necesario que la iglesia esté donde está la gente para conocer sus necesidades y poder brindar la ayuda pertinente.


Gabriel Fischer

miércoles, 1 de abril de 2015

“¡UNA IGLESIA DE INFLUENCIA!” (Segunda parte)


Algunas características de una iglesia que realmente impacta en la sociedad:

1.- ES CRISTOCÉNTRICA

“…Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:9-11 NVI)

¿Qué estamos resaltando en la iglesia?

No debemos buscar resaltar personalidades o ministerios, sino a Jesucristo. Cómo líderes debemos tener una actitud de servicio y desarrollar una  sana paternidad motivando a las personas a tener una dependencia a  Dios y no a nosotros. Debemos reflejar la luz de Jesús y no nuestra “luz”.
“Es necesario que Él crezca y nosotros mengüemos”. Debemos corrernos para darle a Jesús el protagonismo, “Él sólo tiene un nombre que es sobre todo nombre”.

(Continuará)

Gabriel Fischer