jueves, 10 de noviembre de 2016

MAL USO DEL PODER

Tan pronto como Jorán ascendió al trono de su padre y se afirmó en el poder, mató a filo de espada a todos sus hermanos, y también a algunos de los jefes de Israel. 2 Cr 21:4 RVC
“Casi todos podemos soportar la adversidad, pero si quieres probar el carácter de un hombre, dale poder.” – Abraham Lincoln




El poder pone en evidencia nuestro carácter El poder manifiesta nuestras inseguridades El poder puede corrompernos El poder puede ser la ruina para alguien que no tiene resuelto su ego El poder puede llevarnos a dañar a nuestro hermano El poder puede llevarnos a la manipulación y al abuso El poder puede llevarnos a la autosuficiencia y a "eliminar" a todo consejero.
Pero la realidad es que el poder no es el problema, sino que el mismo reside en el corazón del hombre. Poder sin carácter es como un explosivo en manos de un niño. Cuando hay cosas pendientes en nuestra vida, motivaciones incorrectas, heridas, valores tergiversados, etc. Lo único que hace el poder es traer lo oculto a la superficie. Por tal motivo podemos llegar a la conclusión de que no está mal buscar poder, liderazgo, crecimiento, pero sí es de suma importancia que la búsqueda del mismo tenga como objetivo beneficiar a los demás y no satisfacer nuestro ego.

Gabriel Fischer

martes, 1 de noviembre de 2016

¿QUÉ HAY QUE CORTAR?




En una oportunidad, luego de haber finalizado su mensaje, una mujer se acerca a su pastor y le dice:
-          Me molesta su corbata. Usted me ofende con esa corbata tan larga.
El pastor le responde:
-          Señora, discúlpeme. Enseguida lo resolvemos. Entonces pidió una tijera, se la entregó a la mujer, y le dijo:
-          Corte la corbata, para que tenga un largo que no le moleste. Y la mujer la cortó. Luego, tomando la tijera, el pastor declaró:
-          Muy bien, usted cortó lo que le molestaba. Ahora le digo lo que a mí me molesta: su lengua, señora.

Muchas veces ponemos la atención en ciertas cosas y nos olvidamos del valor que tienen nuestras palabras. Que importante es que utilicemos nuestra lengua para bendecir, construir, ayudar al otro y no para maldecir y derribar.
No caigamos en el chisme, la murmuración, comentarios fuera de lugar, palabras vanas, la crítica destructiva (a espaldas del otro), a hacer de las quejas un hábito, a prestar oídos a cosas que dañan nuestra vida y terminan influyéndonos para también hacer mal uso de nuestra lengua.
Somos llamados como hijos de Dios a ser ejemplos a través de nuestras palabras, a generar un ambiente de bendición por medio de lo que decimos.

“Dios el Señor me ha dado una lengua de sabios, para saber cómo consolar a los cansados. Todas las mañanas despierta mis oídos para que escuche como los sabios” (Isaías 54:4)

Gabriel Fischer

miércoles, 14 de septiembre de 2016

¡REVITALÍCESE!





    Las muchas actividades, la rutina diaria, las presiones de la vida, etc., nos pueden llevar al agotamiento, aburrimiento, a la falta de interés y entusiasmo por las cosas, y por ende al estancamiento. Cuando entramos en esta “zona crítica de stress” es de suma importancia que hagamos un alto para “revitalizar” nuestra vida. Según el diccionario revitalizar es “otorgar mayor vitalidad o vigor a algo”, “dar fuerzas y consistencia. Dar a algo nueva vida o actividad, especialmente después de un período de deterioro o inactividad”. Revitalizar implica recibir nuevas fuerzas y recuperar el entusiasmo, el movimiento y el esplendor o crecimiento que estábamos teniendo. En Jeremías capítulos 30 y 31 encontramos promesas maravillosas de Dios para el pueblo de Israel, las cuales daban esperanza de un nuevo tiempo y satisfacción frente a la angustia de la esclavitud. Dentro de las promesas que se pronuncian encontramos la siguiente: “Yo satisfaré el hambre y la sed de la gente triste y fatigada” (Jeremías 3:25). Si hoy la “esclavitud” a un sistema, rutina, programas, etc. hace que vivamos sin ganas, faltos de propósito, como en “piloto automático” permitamos que la presencia renovadora de Dios infunda nuevas fuerzas en nuestra vida. Busquemos a Dios para obtener liberación de toda presión interna o externa y así poder vivir una vida plena y saludable. 

Gabriel Fischer

martes, 24 de mayo de 2016

¡FLECHAS EN NUESTRAS MANOS!


Los hijos son un regalo del Señor; los frutos del vientre son nuestra recompensa. Los hijos que nos nacen en nuestra juventud son como flechas en manos de un guerrero. Salmos 127:3-4 RVC



Ser padres es un tremendo privilegio pero a su vez una tremenda responsabilidad. Nuestros hijos según lo que notamos en el pasaje bíblico son un regalo y una recompensa que Dios nos da para que disfrutemos y cuidemos. Pero, a su vez, ellos son "flechas" que no permanecerán bajo nuestra tutela por siempre. Una flecha ha sido creada para ser lanzada y de la misma manera nuestros hijos un día "serán lanzados a la independencia", por ende es muy importante que nuestra tarea ayude a que ellos puedan "dar en el blanco" , es decir cumplir con el propósito que Dios tiene preparado para sus vidas, desarrollando sus potenciales. Para poder ser eficaces en esta tarea debemos guiarlos a descubrir sus talentos, habilidades, para que sean totalmente auténticos. Pero creo que también es muy importante que los ayudemos a desarrollar su carácter, a que sepan aceptar los límites, a que puedan ser saludables en sus relaciones interpersonales. Esto lo logramos no tanto impartiendo información sino con el ejemplo. Un padre que perdona enseña a perdonar, un padre que critica enseñar a criticar, un padre conflictivo genera hijos conflictivos, un padre caprichoso lo más probable es que tenga hijos caprichosos, etc. Los hijos son un reflejo de lo que somos nos guste o no. Por tal motivo la pregunta que debemos hacernos es : ¿estamos dando lo mejor para formar a nuestros hijos para que sigan el propósito de Dios y puedan ser hombres y mujeres saludables en esta sociedad? La escuela, la iglesia y demás organismos pueden ayudarnos y colaborar con esta tarea, pero la responsabilidad es nuestra y debemos hacernos cargo. Cuidemos de no ser estorbos, sino facilitadores que con mucho amor, pero también con ejemplo y guía podamos "lanzar esas flechas que hoy tenemos en nuestras manos" de la mejor manera.

Gabriel Fischer

lunes, 16 de mayo de 2016

TARJETA DE PRESENTACIÓN



Yo, Juan, hermano de ustedes y compañero en el sufrimiento, en el reino y en la perseverancia que tenemos en unión con Jesús, estaba en la isla de Patmos por causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús. Apocalipsis 1:9 NVI

Que interesante es leer la forma que utilizó Juan para presentarse. Podría haber optado por: "yo el profeta del altísimo" o el "Obispo del Señor" o "el apóstol de Jesús", pero lo hizo de una manera simple y a su vez más impactante para sus lectores. Se solidarizó, se identificó con la realidad de persecución que estaba pasando la iglesia, lo cual seguramente permitió que su mensaje tuviera más cabida. Frente a esto me preguntaba, ¿Cómo me estoy presentando ante las personas? ¿Qué dice mi "tarjeta de presentación"? ¿Mi forma de hacerlo me lleva a ser más accesible a los demás, a que puedan considerarme compañero de ellos? ¿Mi manera de acercarme a los que me rodean es sencilla, humana, o con mis títulos marco una diferencia que crea barreras y me eleva a una posición de superioridad?

 Creo que la autoridad, el respeto, la lealtad, no vienen porque la impongamos con nuestros "nombres", sino por un liderazgo de servicio que busca hacer crecer al otro, darle apoyo y respaldo. Esto implica ponernos al lado de las personas para guiarlas, para ayudarlas. También conlleva buscar que el otro crezca, se desarrolle y persevere a pesar de sus dificultades. A diferencia de un liderazgo impulsado por la imposición y el hacer valer nuestro nombre, un liderazgo de servicio seguramente nos llevará a obtener frutos más genuinos.
¿Qué dice tu tarjeta de presentación?



Gabriel Fischer

viernes, 1 de abril de 2016

¿POR QUÉ HOY NO HAY CHICAS CRISTIANAS EMBARAZADAS SOLTERAS?


Esta pregunta está rondando hace bastante tiempo en mi cabeza. Cuando era chico era muy común escuchar cada tanto acerca de una parejita de novios que por no frenar a tiempo y darle lugar a la pasión tuvieron relaciones sexuales y que fruto de esto hubo un embarazo. Estos jóvenes en muchos casos no tenían intenciones de tener relaciones porque querían guardarse vírgenes para el matrimonio, por tal motivo la idea de cuidarse no estaba en sus mentes. La pregunta es, ¿qué está pasando hoy? ¿ya no hay deseos en el noviazgo? ¿tenemos más dominio propio? ¿somos más maduros espiritualmente que podemos poner límites a tiempo? Con mi esposa nos casamos vírgenes, pero tengo que reconocer que no fue fácil y considero que hoy con todas las presiones de la sociedad tampoco debe serlo. Por tal motivo temo decir que ya no estemos teniendo en cuenta la Palabra de Dios con respecto a que las relaciones sexuales están destinadas para el matrimonio y que fuera del mismo se está cometiendo pecado. No es cuestión de legalismo, sino de santidad, de seguir la voluntad de Dios, de marcar una diferencia en esta sociedad en donde se da rienda suelta a los deseos y como consecuencia de esto muchas personas terminan dañadas. La Palabra de Dios, sus principios no cambian y obedecerla conlleva bendición para nuestra vida. Si queremos tener un matrimonio bendecido debemos iniciarlo en santidad. La buena noticia es que Dios restaura, perdona y nos da nuevas oportunidades si no hemos hecho las cosas bien, pero es necesario que nos arrepintamos, que cambiemos de actitud, que ¡Huyamos de la fornicación! (relaciones sexuales fuera del ámbito matrimonial).

“Huyan de la fornicación. Todos los demás pecados que un hombre comete están fuera del cuerpo, pero el fornicario peca contra su propio cuerpo” (1 Corintios 6:18)

Gabriel Fischer


viernes, 25 de marzo de 2016

CORTES DE LUZ
Allí no habrá noche, y los que allí vivan no necesitarán luz de lámpara ni luz del sol, porque Dios el Señor les dará su luz, y ellos reinarán por todos los siglos.
Apocalipsis 22:5 DHH
¡Qué problema se nos genera cuando hay cortes de luz! Somos tan dependientes de la tecnología que la falta de suministro eléctrico nos trae muchas complicaciones. ¡Que bueno es saber que un día cuando estemos en la eternidad esto ya no va a ser un problema!
Mientras leía este pasaje me ponía a pensar en la importancia de ser conscientes y evaluar nuestras prioridades, teniendo en cuenta que repercusión tienen las mismas en la eternidad. Que importante que las cosas pasajeras de este mundo no nos hagan perder de vista lo que es eterno, aquello que va a permanecer cuando todo se acabe. Es fundamental que hagamos de la tecnología una herramienta para poder comunicar buenas noticias (evangelio)lo cual puede traer como resultado vidas cambiadas y que el cielo se siga poblando. Pero por otro lado es crucial que podamos evitar que el mal uso da la misma no lleve al ocio, a la pérdida de tiempo, a los malos pensamientos, a las malas acciones y a descuidar lo que realmente es importante. Creo que necesitariamos que cada tanto se nos corte la luz para hacer un balance y poder evaluar nuestro legado para la eternidad; para hacer un alto y mirar nuestro corazón, porque seguramente Dios tiene muchas cosas que cambiar. Al tener en cuenta esto estaremos preparándonos para ese día cuando ya no necesitemos el suministro eléctrico y podamos gozarnos al contemplar el rostro resplandeciente del Señor.
Gabriel Fischer