sábado, 8 de agosto de 2015

DESTRUIR O CONSTRUIR ES LA CUESTIÓN


“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes” (Efesios 4:29)
¿Mis palabras construyen o destruyen? ¿Somos parte del equipo de construcción o demolición?
- Si criticamos a espaldas de otros ¡DESTRUIMOS!
- Si hablamos mal de otros sin tener seguridad de lo que decimos: ¡DESTRUIMOS!
- Si prestamos el oído a chusmeríos: ¡DESTRUIMOS!
- Si hablamos despectivamente, sin amabilidad: ¡DESTRUIMOS!
- Si prejuzgamos a las personas por su color de piel, nacionalidad, clase social, etc. ¡DESTRUIMOS!
PERO…
- Si hablamos con amor y verdad: ¡CONSTRUIMOS!
- SI le hacemos ver los errores a alguien para ayudarlo: ¡CONSTRUIMOS!
- Si pensamos antes de hablar: ¡CONSTRUIMOS!
- Si a solas hablamos con una persona de lo que nos molesta: ¡CONSTRUIMOS!
- Si tratamos de hablar como lo haría Jesús: ¡CONSTRUIMOS!


Gabriel Fischer

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