"Así como el perro vuelve a su vómito, el
necio repite su necedad". (Proverbios 26:11)
No podemos continuar creciendo y desarrollándonos si seguimos repitiendo
los mismos errores del pasado. Un vómito es un desecho que no contiene ningún
nutriente y de la misma manera hay cosas que este mundo ofrece y que nuestro
ser desea que no le aportan nada a nuestra vida. Debemos ser sabios y alejarnos
de todo aquello que no nos edifica y nos estanca generándonos vergüenza y
culpa. Nuestra comida (siguiendo el ejemplo de Jesús) debe ser hacer la
voluntad del Padre. Aunque muchas veces no la entendamos hacer lo que Dios nos
pide siempre es la mejor elección. Su voluntad es buena, agradable y perfecta. Él
tiene grandes cosas preparadas para cada uno de nosotros, no permitamos que el
pasado, las malas decisiones y la falta de dominio propio nos alejen de sus
planes.
Gabriel Fischer
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