“No
aceptes comer con los tacaños ni desees sus manjares. Están siempre pensando
cuánto cuesta. «Come y bebe», te invitan, pero no lo dicen con sinceridad” (Proverbios
23:6-7 NTV)
La tacañería está íntimamente relacionada
con la avaricia, el egoísmo, la mezquindad. Debemos ser cuidadosos y
responsables a la hora de administrar el dinero y los recursos que se nos han
dado pero no debemos caer en el error de cultivar un espíritu de miseria en
donde sólo nos preocupemos por nuestras necesidades personales. La generosidad debe resaltar en nuestra vida.
Tenemos un Padre celestial que se caracteriza por darnos siempre lo mejor y por
ende es nuestro ejemplo a seguir. En una sociedad en donde el individualismo y los
intereses personales muchas veces son las prioridades de las personas es muy
importante que podamos ser luz, siendo reconocidos por nuestra generosidad. No pongamos
tanta atención en “cuánto cuesta” sino más bien en cuánto podemos impactar si
damos y compartimos con otros.
Gabriel Fischer
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