“Donde no hay visión el pueblo perece; mas el que guarda la ley, es bienaventurado” (Proverbios 29:18)
“La visión sin acción es un sueño. Acción sin visión es simplemente pasar el tiempo. Acción con visión es hacer una diferencia positiva” (Jack Welch)
Tener visión es ver más allá de la realidad actual, es proyectarse hacia el futuro, es soñar con alcanzar algo que no está a la mano o a la vista pero que con esfuerzo y la ayuda de Dios se puede obtener. La visión nos impulsa avanzar, a ponernos metas, a administrar el tiempo con sabiduría no desperdiciándolo con lo trivial y secundario. La visión le otorga a nuestra vida esperanza más allá de la realidad actual. Cuando Dios pone una visión en el corazón de un hombre le provee todo lo necesario para poder alcanzarla pero es necesario que el mismo se comprometa y discipline su vida para no desviarse de ella. ¡No vivamos sin una visión! Estemos a la expectativa para recibirla, esperémosla, enfoquémonos en ella y pongamos todo nuestro potencial al servicio de la misma.
Gabriel Fischer
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