martes, 10 de febrero de 2015

¡LLAME YA!



Esta frase se ha hecho muy conocida debido a diferentes empresas que promocionan sus productos instando a las personas a adquirirlos rápidamente. No sólo desean que compren lo que ofrecen sino que lo hagan de inmediato, por tanto brindan promociones y rebajas de precios. Llamar ya para adquirir productos no siempre resulta positivo.

En la Biblia también se nos insta a “llamar ya” pero para recibir asistencia espiritual inmediata. “¿Está alguno enfermo entre ustedes? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor”  (Santiago 5:14 NTV). Cuando hay necesidades profundas en nuestra vida no debemos dudar en llamar a los líderes de la iglesia para que puedan interceder por nosotros, aconsejarnos, guiarnos a tomar buenas decisiones, etc. No debemos llamar para chismear o criticar lo cual resulta destructivo para el cuerpo de Cristo, pero si debemos valernos de los medios de comunicación para pedir ayuda. ¡Llame ya! Si se encuentra en problemas, ¡llame ya! Si sabe de alguien que necesita de Dios. Se pueden compran algunos productos o adquirir algunas cosas sin necesidad de hacerlo con prisa, pero en lo espiritual cada minuto puede marcar una diferencia.

Gabriel Fischer

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