Esta frase se ha hecho muy conocida
debido a diferentes empresas que promocionan sus productos instando a las
personas a adquirirlos rápidamente. No sólo desean que compren lo que ofrecen
sino que lo hagan de inmediato, por tanto brindan promociones y rebajas de
precios. Llamar ya para adquirir productos no siempre resulta positivo.
En la Biblia también se nos insta a
“llamar ya” pero para recibir asistencia espiritual inmediata. “¿Está alguno enfermo entre ustedes? Llame a
los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre
del Señor” (Santiago 5:14 NTV). Cuando hay necesidades profundas en nuestra
vida no debemos dudar en llamar a los líderes de la iglesia para que puedan
interceder por nosotros, aconsejarnos, guiarnos a tomar buenas decisiones, etc.
No debemos llamar para chismear o criticar lo cual resulta destructivo para el
cuerpo de Cristo, pero si debemos valernos de los medios de comunicación para
pedir ayuda. ¡Llame ya! Si se encuentra en problemas, ¡llame ya! Si sabe de
alguien que necesita de Dios. Se pueden compran algunos productos o adquirir
algunas cosas sin necesidad de hacerlo con prisa, pero en lo espiritual cada minuto
puede marcar una diferencia.
Gabriel Fischer
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