Seguimos con algunas características de
una iglesia que realmente impacta en la sociedad:
2.- ES
RECONOCIDA
“…Ni se
enciende una lámpara para cubrirla con un cajón. Por lo contrario, se pone en
la repisa para que alumbre a todos los que están en la casa” (Mateo 5:15)
¿Cómo
evaluamos nuestro grado de influencia? ¿Somos
reconocidos como iglesia en nuestro contexto? ¿Cuál es el tipo de
reconocimiento que tenemos? ¿Positivo o negativo?
¿Qué
piensan las personas que viven alrededor de nuestro templo u auditorio? ¿Qué
opinión tienen las autoridades de nuestra localidad? ¿Somos conocidos en
ámbitos como: política, educación, salud, etc.?
Debemos evaluar el grado de influencia en base a los resultados,
al impacto que genera en la sociedad. La iglesia No puede pasar desapercibida, debe
ser protagonista y no espectadora en la comunidad. Tiene que ocupar lugares de
decisión.
De la misma manera que la sal dentro del
salero no puede cumplir ninguna función, ni una lámpara puede alumbrar si está
tapada; la Iglesia no puede ser una buena influencia para la sociedad si vive
su cristianismo dentro de las cuatro paredes de un templo.
Es necesario que la iglesia esté donde
está la gente para conocer sus necesidades y poder brindar la ayuda pertinente.
Gabriel Fischer
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