jueves, 2 de abril de 2015

“¡UNA IGLESIA DE INFLUENCIA!” (Tercera parte)


Seguimos con algunas características de una iglesia que realmente impacta en la sociedad:

2.- ES RECONOCIDA
“…Ni se enciende una lámpara para cubrirla con un cajón. Por lo contrario, se pone en la repisa para que alumbre a todos los que están en la casa” (Mateo 5:15)


¿Cómo evaluamos nuestro grado de influencia?  ¿Somos reconocidos como iglesia en nuestro contexto? ¿Cuál es el tipo de reconocimiento que tenemos? ¿Positivo o negativo?

¿Qué piensan las personas que viven alrededor de nuestro templo u auditorio? ¿Qué opinión tienen las autoridades de nuestra localidad? ¿Somos conocidos en ámbitos como: política, educación, salud, etc.?

Debemos evaluar el  grado de influencia en base a los resultados, al impacto que genera en la sociedad. La iglesia No puede pasar desapercibida, debe ser protagonista y no espectadora en la comunidad. Tiene que ocupar lugares de decisión.
De la misma manera que la sal dentro del salero no puede cumplir ninguna función, ni una lámpara puede alumbrar si está tapada; la Iglesia no puede ser una buena influencia para la sociedad si vive su cristianismo dentro de las cuatro paredes de un templo.

Es necesario que la iglesia esté donde está la gente para conocer sus necesidades y poder brindar la ayuda pertinente.


Gabriel Fischer

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