“Ensancha
el espacio de tu carpa, y despliega las cortinas de tu morada. ¡No te limites!
Alarga
tus cuerdas y refuerza tus estacas. Porque a derecha y a izquierda te
extenderás…”
(Isaías
54:2-3)
Al
construir una tienda era muy importante examinar y evaluar el estado de las
estacas, las cuales debían ser fuertes y clavadas en forma profunda para que la
tienda, frente a las inclemencias del tiempo, no se caiga.
Como hijos de Dios, si queremos permanecer
firmes ante las presiones de este mundo, las tentaciones y los ataques del
maligno debemos:
“Velar y orar” (Mateo 26:41). No dejarnos estar
espiritualmente, buscar cada día más del Señor para que cuando enfrentemos
situaciones adversas estemos preparados para resistir.
“Fortalecernos en Dios”. No valernos sólo
de nuestras propias fuerzas, sino de la fortaleza que viene del Señor.
“Tener un buen fundamento espiritual”. No
apoyar nuestra vida espiritual en las emociones, en nuestros propios razonamientos
o en mentiras del diablo, sino poner como fundamento de nuestra vida a Jesús y
la verdad de Dios que es su Palabra.
Gabriel Fischer
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