Definición: “Dícese de aquellos cristianos que concurren domingo tras domingo a las
reuniones, cantan, escuchan la Palabra, ofrendan y luego se retiran. Son
simples espectadores, no se involucran en la obra”
Tipos de desocupados:
1.- LOS CONFORMISTAS: son
aquellos que se conforman con el estado en el cual se encuentran. Sus frases
típicas son: “Estoy bien así”, “ya hice
bastante”, “no hay que ser fanáticos”. Se conforman con recibir, pero no
dan; se conforman con estar siempre en el mismo nivel espiritual. En el Reino
de Dios no hay lugar para el conformismo, debe haber un crecimiento constante.
2.- LOS QUE SE EXCUSAN: son
aquellos que siempre tienen excusas para no involucrarse en la obra. Sus frases
típicas son: “no tengo tiempo”, “no tengo
capacidad”, “cuando solucione algunos problemas voy a empezar a servir”, etc.
Dios capacitó a la iglesia, todos
los cristianos tienen dones y una función que cumplir dentro del cuerpo.
3.- LOS CRÍTICOS: son aquellos
que no hacen nada, pero algo hacen, ¿cómo se entiende esto? Se trata de
aquellos que no trabajan en la obra de Dios, pero critican a los que lo hacen.
Están siempre viendo los errores en los demás, pero no analizan sus propias
vidas. La iglesia de hoy necesita más motivadores, servidores; más personas que
se arremanguen y menos críticos y opinólogos.
4.- LOS HERIDOS: Son aquellos que
en su tiempo sirvieron en la obra, pero que debido a problemas que tuvieron con
líderes o diferentes hermanos dejaron de trabajar. Ahora son aquellos que se
sientan aparte, que no quieren involucrarse por miedo a ser heridos nuevamente
y que desarrollan un espíritu de víctima que los hace cada vez más
hipersensibles a las críticas. Dios quiere sanar a los heridos para que puedan
nuevamente servir porque son necesarios. Pero para que esto sea posible el
cristiano herido debe tomar la decisión de perdonar tomando conciencia que la posición
en la que se encuentra no es la correcta.
¿Te sientes identificado con
alguno de estos tipos de cristianos? Te animo a que dejes la desocupación que
no beneficia tu vida ni la obra, que puedas utilizar lo que Dios te ha dado
explotando al máximo tu potencial y experimentando nuevamente el gozo que da
servir a Cristo.
Gabriel Fischer
No hay comentarios:
Publicar un comentario