¿Te sentís muchas veces incómodo en
las reuniones de tú iglesia? Te animo a que por un momento pienses en las
razones de esa incomodidad. ¿Tienen que ver con alguna actitud de un hermano? ¿El
estilo de alabanza? ¿La predica del pastor? ¿La infraestructura del lugar? ¿El
comportamiento de las personas nuevas, su estilo, su vestimenta, su aspecto?
Vivimos en un tiempo en donde el espíritu
posmoderno nos impulsa a buscar la comodidad, el placer, los intereses
personales, "sentirse bien" y por ende muchas veces reaccionamos o
nos enojamos cuando algo toca nuestro pequeño mundo de comodidad. Hoy
reflexionaba sobre Filipenses 2:1-11 en donde vemos la actitud de Jesucristo
(que debe ser nuestro modelo a seguir) y noté que la palabra
"comodidad" no tendría lugar en ese texto. El mismo nos habla de
buscar el bien del otro, de despojarnos, de humillarnos, de pagar un costo, de
ser siervos. ¿Será que no impactamos lo suficientemente al mundo porque estamos
más pendientes de nuestra comodidad que de sacrificarnos en bien del otro?
¿Será que sin darnos cuenta la búsqueda de nuestra comodidad nos está aislando
de las necesidades de los demás?
¿De qué tendríamos que "despojarnos" como lo hizo Jesús para
poder estar más cerca de la gente y poder ser instrumentos de bendición? ¿Será
de nuestros títulos, chapas, privilegios, triunfos, status, placeres
religiosos, etc.? Creo que necesitamos empezar a estar un poco más incómodos
para poder acercarnos más al propósito que realmente debemos cumplir como
cristianos.
(Si leer esto te incomodó, como lo hizo a mí escribirlo, cumplió su
objetivo)
Gabriel Fischer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario