Tan pronto como Jorán ascendió al trono de su padre y se afirmó en el poder, mató a filo de espada a todos sus hermanos, y también a algunos de los jefes de Israel. 2 Cr 21:4 RVC
“Casi todos podemos soportar la adversidad, pero si quieres probar el carácter de un hombre, dale poder.” – Abraham Lincoln
El poder pone en evidencia nuestro carácter
El poder manifiesta nuestras inseguridades
El poder puede corrompernos
El poder puede ser la ruina para alguien que no tiene resuelto su ego
El poder puede llevarnos a dañar a nuestro hermano
El poder puede llevarnos a la manipulación y al abuso
El poder puede llevarnos a la autosuficiencia y a "eliminar" a todo consejero.
Pero la realidad es que el poder no es el problema, sino que el mismo reside en el corazón del hombre. Poder sin carácter es como un explosivo en manos de un niño.
Cuando hay cosas pendientes en nuestra vida, motivaciones incorrectas, heridas, valores tergiversados, etc. Lo único que hace el poder es traer lo oculto a la superficie.
Por tal motivo podemos llegar a la conclusión de que no está mal buscar poder, liderazgo, crecimiento, pero sí es de suma importancia que la búsqueda del mismo tenga como objetivo beneficiar a los demás y no satisfacer nuestro ego.
Gabriel Fischer
BUENE ESCRITO
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