martes, 29 de julio de 2014

Mesas mal servidas

MESAS MAL SERVIDAS
Cuando no nos enfocamos en desarrollar nuestro ministerio y terminamos cediendo a las exigencias de los demás no sólo nos cansamos y dedicamos tiempo a tareas que otros pueden realizar mejor, sino que descuidamos nuestro llamamiento. Esto fue lo que les pasó a los apóstoles. "En aquel tiempo, como el número de los creyentes iba aumentando, los de habla griega comenzaron a quejarse de los de habla hebrea, diciendo que las viudas griegas no eran bien atendidas en la distribución diaria de ayuda. Los doce apóstoles reunieron a todos los creyentes, y les dijeron: —No está bien que nosotros dejemos de anunciar el mensaje de Dios para dedicarnos a la administración. Así que, hermanos, busquen entre ustedes siete hombres de confianza, entendidos y llenos del Espíritu Santo, para que les encarguemos estos trabajos." (Hechos 6:1-3)
 Los apóstoles aunque prestaban un servicio importante estaban cayendo en el error de descuidar su principal tarea que era la oración y la predicación. Este servicio estaba generando conflictos porque no lo podían realizar con eficiencia y además estaban descuidando sus prioridades. Podriamos decir que esta situación estaba llevando a que ambas mesas: la de la ayuda social como la de la predicación de Palabra no se estuvieran sirviendo bien.
Cuántos líderes viven hoy en día cansados porque se ocupan de tareas que otros podrían realizar y debido a esto descuidan su verdadera vocación y llamamiento. Es necesario que los líderes aprendan a delegar pero que también los seguidores salgan de la comodidad y de un estado de pasividad para poder desarrollar equipos de trabajos equilibrados, saludables y efectivos.

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